Por Nathália Carlet
El deseo de llegar a nuevos mercados, diversificar las fuentes de ingresos y acelerar el crecimiento son motivadores centrales de este movimiento. Las startups brasileñas, especialmente en el sector fintech, han mostrado avances significativos en relación al mercado norteamericano, particularmente en lo que respecta a los pagos instantáneos, como lo demuestra la popularidad de Pix. Esta superioridad ofrece una oportunidad única para que estas empresas se posicionen como líderes en innovación en los mercados exteriores.
Una presencia global no sólo aumenta el acceso a nuevas inversiones y recursos, sino que también proporciona una mayor resiliencia frente a las fluctuaciones económicas regionales. El éxito de las startups brasileñas en América Latina y más allá refleja no solo la innovación del mercado nacional, sino también la capacidad de adaptar tecnologías y soluciones locales a nuevos contextos culturales y económicos.
En resumen, la diversificación geográfica es una estrategia no sólo para el crecimiento, sino una necesidad para las startups brasileñas que aspiran a ser competitivas en el escenario global, mitigando riesgos y aprovechando oportunidades en mercados más allá de las fronteras nacionales. Este enfoque no sólo fortalece sus operaciones, sino que también las prepara para los desafíos y demandas de un mundo cada vez más interconectado.